Columnista invitado: Vasif Huseynov
El Movimiento de Países No Alineados (MNOAL) es un foro de 120 países que representa casi dos tercios de los miembros de las Naciones Unidas, y que concentra el 55% de la población mundial.
Representantes de unos 160 países y organizaciones internacionales ─incluidos jefes de Estado y de Gobierno de unos 60 países, así como también jefes de organizaciones internacionales─, asistieron a la cumbre de Bakú.
Los participantes discutieron temas de importancia mundial, incluidas iniciativas de recuperación pospandemia, la seguridad internacional, y el desarrollo institucional del MNOAL.
Frente al escenario de “confrontación más grave entre Oriente y Occidente desde el final de la Guerra Fría” ─como describió el presidente Ilham Aliyev─; la importancia de que el MNOAL desempeñe “un papel más visible y eficaz en el ámbito internacional y participe activamente en la transformación del nuevo orden mundial”, fue reconocida por el resto de los asistentes.
Al asumir la presidencia del Movimiento de Países No Alineados en 2019, Azerbaiyán ha realizado una amplia gama de esfuerzos para revitalizar la institución y aumentar su peso e influencia en las relaciones internacionales contemporáneas.
La presidencia de Azerbaiyán en 2020 coincidió con el inicio de la pandemia, lo que impulsó a Bakú a realizar varios esfuerzos en pos de unir a los países miembros para enfrentar sus efectos.
A través de la iniciativa de Azerbaiyán, el MNOAL celebró de manera virtual su primera cumbre extraordinaria de estados miembros, a la que asistieron más de cuarenta y cinco estados miembros y organizaciones internacionales, lo que marcó un evento histórico para el movimiento.
MNOAL tomó la iniciativa en los esfuerzos mundiales para contrarrestar el COVID-19 inmediatamente después del brote pandémico y se opuso al “nacionalismo de las vacunas” de algunos países ricos. MNOAL presentó dos resoluciones para garantizar el acceso justo y universal a las vacunas para todos los países, que fueron adoptadas en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU y la Asamblea General de la ONU en 2021.
En el último año en esta función de presidencia, Azerbaiyán continúa realizando nuevas iniciativas y solicita a los estados miembros que asuman un papel activo hacia estos objetivos.
Azerbaiyán es una de las principales voces para las reformas del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU), caracterizando a este organismo como “reminiscente del pasado” que “no refleja la realidad moderna”.
Azerbaiyán pide que se asigne un puesto permanente para el Movimiento de Países No Alineados y un puesto para el continente africano en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
“El país que ocupe el cargo de Presidente del Movimiento (No Alineado) debe tener este escaño de forma rotativa”, enfatizó el presidente Aliyev e instó a otros estados miembros a “iniciar consultas sobre este tema y presentar sus puntos de vista al comité correspondiente de Naciones Unidas”.
Los esfuerzos de recuperación pospandemia, en particular, para los países en desarrollo se mantienen en la agenda de la presidencia de Azerbaiyán.
Este año Bakú emprende dos iniciativas particulares en este sentido. El primero es el llamado para el establecimiento de un “Panel de Alto Nivel de la ONU sobre la Recuperación Global de COVID-19”. Según el presidente Aliyev, este panel podría elaborar recomendaciones sobre medidas globales para el período pospandemia.
La segunda iniciativa se trata de la declaración de dos “Llamados Globales” para apoyar la recuperación de África y los pequeños Estados Insulares en desarrollo tras la pandémica.
Azerbaiyán, como primer donante, asignó 1 millón de dólares estadounidenses para ambos “Llamados Globales” e invitó a otros miembros a apoyar la iniciativa.
Azerbaiyán, que contiene una de las áreas más contaminadas de minas en el mundo, también está interesado en formar un movimiento global de países que tienen que enfrentar un desafío similar.
Hasta el 20 por ciento de los territorios azerbaiyanos que permanecieron bajo la ocupación ilegal de Armenia durante treinta años (1992-2020) han sido ampliamente contaminados con minas terrestres por los armenios.
Según estimaciones de expertos internacionales, Azerbaiyán necesita casi 30 años y 25 mil millones de dólares para limpiar el área de estas minas terrestres. Por lo tanto, el presidente Aliyev sugirió “formar un grupo de pensamiento afín de países afectados por las minas para hacer escuchar nuestra voz a nivel mundial”.
Por último, pero no menos importante, los esfuerzos para la institucionalización del Movimiento de Países No Alineados han sido una tarea principal en la agenda de la presidencia de Azerbaiyán durante los últimos tres años.
Bakú logró reunir suficiente apoyo para el lanzamiento de la red parlamentaria y la red de jóvenes del MNOAL.
La primera reunión de la red parlamentaria tuvo lugar en Bakú en junio del año pasado. Los países miembros demostraron voluntad política para continuar con esta iniciativa. La segunda reunión de la red tendrá lugar en Bahrein el 13 de marzo.
El presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, con el apoyo de los estados miembros, también respaldó la creación de una oficina de apoyo del MNOAL en Nueva York y la secretaría permanente de la Organización Juvenil del MNOAL en Bakú.
Estos pasos marcan el inicio del proceso de institucionalización del Movimiento, que hasta ahora no ha tenido avances significativos en esta dirección.
La falta de progreso en el desarrollo de la institución se debe principalmente a desacuerdos y conflictos entre ciertos estados miembros, y una falta de visión compartida con respecto al MNOAL.
Sin embargo, es evidente que a medida que aumentan las tensiones en las relaciones internacionales entre las principales potencias y resurgen actitudes de la Guerra Fría, los países atrapados entre estas rivalidades deben unirse y combinar sus esfuerzos para salvaguardar sus intereses.
Por lo tanto, es probable continúen los esfuerzos para institucionalizar y fortalecer el MNOAL en los próximos años.
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