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2da GENERACIÓN DE LA BOMBA ATÓMICA DE HIROSHIMA

Por Tetsuya Kuroyabu; Corresponsal de AL Press en Japón


El 15 de abril de 2023, Alemania cerró todas las centrales nucleares en el país. Esto significa que el gobierno alemán ha completado su política de "abandono gradual de la energía nuclear". El gobierno había decidido esta decisión teniendo en cuenta las lecciones del catastrófico daño causado por el accidente nuclear de la central nuclear de Fukushima Daiichi de la Compañía Eléctrica de Tokio en Japón, que ocurrió en el 2011.



Al contrario, Japón ha ido reiniciando gradualmente las centrales nucleares que habían sido cerradas temporalmente después del accidente nuclear, y hoy en día la mayoría de ellas ya están operando. Además, el gobierno japones ha manifestado su decisión de desarrollar centrales nucleares más pequeñas que los convencionales.

La Compañía Eléctrica de Tokio empezará pronto a verter al océano Pacífico el agua contaminada que se ha almacenada en depósitos.

Los temas relacionadas con la energía nuclear son extremadamente delicados para los supervivientes y la segunda generación de supervivientes de la bomba atómica en Hiroshima y Nagasaki.

Esto se debe a que los daños al cuerpo humano causados por la exposición de la bomba atómica no han cesado hasta ahora. El cáncer aumenta entre las personas expuestas a la radiación.




La mañana del 6 de agosto de 1945


Cuando la primera bomba atómica explotó sobre la ciudad de Hiroshima con un fuerte fogonazo de luz en la mañana del 6 de agosto de 1945, pocas personas podían imaginar que los efectos biológicos de la radiación durarían más de 75 años, generación tras generación.


Toshio Tadokoro, reportero y editor de la revista Estación, que es la revista especializada en problemas sobre las centrales nucleares, habla sobre la experiencia trágica de su propia madre en Hiroshima.

Cuando la bomba atómica estalló sobre la ciudad de Hiroshima, la casa de la familia de mi madre estaba situada en el centro de la ciudad, pero mi madre y su familia se habían evacuado a las afueras de la ciudad para evitar ataques aéreos por fuerza aérea de Estados Unidos. En la mañana del 6 de agosto, mi madre, que tenía cinco años, vio una nube blanca en forma de hongo que se elevaba a lo lejos. Nadie sabía que era una bomba atómica. Así que tras esta catástrofe, mis abuelos y mi madre viajaron al centro de la cuidad para comprobar cómo estaba su casa y estuvieron expuestos a grandes cantidades de radiación. La zona donde habían vivido mi madre y su familia se quemó sin dejar rastro.”


Se calcula que la bomba atómica de Hiroshima mató a unas 140.000 personas (a finales de diciembre de 1945). Desde entonces, el número de personas que han perdido la vida no ha dejado de aumentar, estimándose en 570.000 a finales de marzo de 2022. (Esta cifra incluye las muertes por la bomba atómica de Nagasaki). Además, las víctimas no son sólo japonesas, sino también coreanas, estadounidenses, brasileñas y de otras nacionalidades de unos 30 países.



De generación en generación

Los tres tíos de Tadokoro, quienes eran obligados a trabajar todos los días en una fábrica de armas, estuvieron expuestos a la radiación en el centro de la ciudad . Los tres quedaron atrapados bajo los escombros de la explosión, pero fueron rescatados y sobrevivieron. Entonces, la guerra llegó a su fin.

Treinta años después del bombardeo atómico, los tres tíos de Tadokoro desarrollaron cáncer de páncreas o de hígado, uno tras otro. Sólo pasaron dos o tres meses desde que los médicos les habían dicho que tenían cáncer hasta sus muertes.


Generalmente, los pacientes de cáncer declinan gradualmente y finalmente mueren. Sin embargo, los tres tíos de Tadokoro parecían normales, como alguien que hubiera muerto repentinamente de un ataque al corazón. A Tadokoro le pareció algo extraordinario, contrario a las leyes de la naturaleza.


La madre de Tadokoro no fue registrada oficialmente como víctima de la bomba atómica porque estaba lejos del hipocentro cuando estalló la bomba. Sin embargo, en 2019 desarrolló un cáncer de los vasos sanguíneos, que es un tipo de cáncer cuya probabilidad de contraer es de sólo 1 entre 1 millón.


Nadie sabe con exactitud las cifras de víctimas de las bombas atómicas lanzadas sobre Hiroshima y Nagasaki. Esto se debe a que, aunque pueda presumirse una enfermedad causada por la radiación, no se contabiliza como víctima de las bombas atómicas a efectos estadísticos a menos que la persona sea registrado como enfermedad de la bomba atómica

Tadokoro nació en junio de 1965. Cuando era niño, no padeció ninguna enfermedad, salvo alergias. Fue a finales de la veintena cuando sintió por primera vez una anormalidad del cuerpo. Cuando intentó subir a su coche, sintió un fuerte dolor en la pierna derecha. Varios años después, se enteró de que el hueso de la pierna derecha estaban deformados de nacimiento.

Poco después de cumplir 40 años, Tadokoro sufrió cataratas agudas. Una mañana, al despertarse, se dio cuenta de que había perdido la visión del ojo izquierdo. Entonces, fue operado de cataratas en el hospital. Al cabo de unos años, su vista se deterioró y empezó a llevar gafas de sol cuando estaba al aire libre. Además, tuvo glaucoma. Aparecieron síntomas atópicos en todo el cuerpo. Se le entumecieron las manos.


Al envejecer, empezó a aparecerle una serie de dolencias físicas inexplicables. Y finalmente, en 2020, un médico le dijo que tenía cáncer de próstata.

Cuando tenía unos 40 años,Tadokoro empezó a preguntarse si era un superviviente de la segunda generación de la bomba atómica, recordando las muertes extrañas de tres tíos. Cada vez que llega agosto, ha mirado al fuerte sol de verano y lo asoció con la bomba atómica.

Según una encuesta para la segunda generación de la bomba atómica, que fue realizada en 2016-17 por el Consejo Japonés de Organizaciones de Supervivientes de la Bomba Atómica y de Hidrógeno, 2058 personas (60,3%) declararon tener preocupaciones por su salud. Sin embargo, no se les proporciona ningún remedio médico, porque no están registradas como víctimas la bomba atómica.



Los tanques no estarán vacíos hasta 2046


¿Qué significa el desarrollo nuclear para los habitantes de Hiroshima y Nagasaki? Pronto, la Compañía Eléctrica de Tokio empezará a verter el agua contaminada al océano pacífico.


En respuesta a esto, China y Corea del Sur lo han condenado duramente, porque el agua sucia irá contaminando poco a poco todo el planeta.


Hiroaki Koide, experto en energía nuclear y ex profesor adjunto del Instituto de Reactores Nucleares de la Universidad de Kioto,afirma en la revista Estación que, como consecuencia del accidente nuclear de Fukushima, las plantas atómicas vomitaron a la atmósfera 168 veces más "cenizas de muerte" procedentes de la bomba de Hiroshima. Además, Koide destaca que aunque el agua contaminada se vierta al mar, los tanques no estarán vacíos hasta 2046.


Está prevista una cumbre del G7 del 19 al 21 de mayo de 2023 en Hiroshima. El periodismo mundial debe estar atento a lo que los líderes occidentales aprendan de Hiroshima.

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