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RUSIA EN COLOMBIA
Y AMÉRICA LATINA

Conversando con Nikolay Tavdumadze;
Embajador de Rusia en Colombia.

Por: Roberto Trobajo Hernández; Director General de AL Press

Calidez que va más allá de la amabilidad es lo que se siente al visitarse la embajada rusa en Bogotá.

 

La cordialidad con la que diplomáticos rusos reciben a sus huéspedes hacen olvidar que se llegó a la representación de la Federación Rusa en Colombia; realmente el visitante siente que está siendo recibido en una casa familiar.

Memorable fue el encuentro con Nikolay Tavdumadze, el embajador de Rusia en Colombia, quien nos recibió con un cálido abrazo.

De este hombre – muy sencillo y- sincero, porque es de los que habla mirando a los ojos; sabíamos que es considerado un sabio por los diplomáticos en la capital colombiana (así le estiman pues lleva 46 años de carrera representando a Rusia) sin embargo, su carisma lo distingue más al hacer sentir que con él se puede hablar de cualquier tema y sin tapujos porque sabe ser un respetuoso conversador signado por la honestidad.

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Deleitándonos con el delicioso té negro acompañado de golosinas, charlamos muchísimo, empezando por el recuento de los ya 88 años de relaciones entre Rusia y Colombia.

Contándonos el señor Tavdumadze que ambas naciones tienen una historia bastante larga y muy interesante. A nivel diplomático fueron establecidas el 25 de junio de 1935 y el intercambio de embajadores se hizo en 1943. Sin embargo, en 1948 tras los disturbios en Bogotá, conocidos como el “bogotazo”, seguidos por infundadas acusaciones de que el caos fue organizado por “agentes soviéticos” aquellas autoridades colombianas rompieron relaciones con la URSS.

Lamentablemente pasó así. ¿Y saben por qué? AL Press pone en contexto para que se conozcan los detalles de la patraña urdida por EE.UU. para sabotear la presencia rusa en Colombia y América Latina; infame cruzada gringa para imponerse y que empezó en la capital colombiana.

El general George Marshall protagonizó en Bogotá la IX Conferencia Panamericana, donde crearon la OEA, evento en el que Marshall impuso su plan dizque para frenar al comunismo en los países americanos.

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 IX Conferencia Panamericana - Archivo.

La recién nacida CIA con la complicidad de algunos militares colombianos ejecutaron el asesinato del caudillo Jorge Eliecer Gaitán, el pueblo ¡indignado! explotó en un alzamiento que nunca previeron, y a alguien tenían que culpar: militares, autoridades, prensa manipulada por el poder, echaron a volar la mentira que de “unos rusos eran los que estaban detrás del alzamiento popular”.

Y se preguntarán por qué unos rusos y no de otra nacionalidad. La CIA distorsionó la realidad y manipulando mintió así: en Bogotá había un ruso, quien hizo amistad con Gaitán, a través de sus visitas a la logia masónica Veritas Vincit 13 donde ambos eran hermanos.

Ese ruso era Stanislav Savinsky, quien al llegar a tierras americanas para despistar se hizo llamar Silvestre Savinsky, fue un sargento soviético a quien Lenin envió a la China a comprar comida para abastecer al empobrecido pueblo ruso. Sin embargo, Savinsky se robó el dinero y jamás llegó a Pekín. Se fue para Tokio, Japón, de donde viajó a Panamá, y de ahí saltó a Colombia. Obvias razones por las que Savinsky no tenía absolutamente nada que ver con el gobierno y la embajada de aquella Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas.

Savinsky en Bogotá, y para hacerse notar entre los jóvenes inconformes empezó a propagar ideas bolcheviques, creando el partido comunista colombiano.

La CIA echó manos a Savinsky y lo tildó de ser agente soviético infiltrando para promover la Internacional Comunista con la que sabotearían el plan de Marshall.

Ese fue el sustento mentiroso utilizado por USA para obligar a que Colombia rompiera relaciones con la URSS.

Estas son verdades que AL Press revela, para que todo el mundo las conozca y quitar el manto de dudas que durante años han impulsado fuerzas oscuras usando a una prensa servil para enlodar la presencia rusa en Colombia.

Pasaron veinte años, hasta que el 19 de enero de 1968 fueron reestablecidas las relaciones por la parte colombiana. Y el 27 de diciembre de 1991 Bogotá reconoció a la Federación de Rusia como Estado sucesor de la Unión Soviética.

El señor Nikolay Tavdumadze, hoy embajador de Rusia en Colombia, afirma durante la etapa moderna las relaciones se han venido desarrollando a base del respeto mutuo en pos del bienestar de los dos pueblos; es que Rusia y Colombia tienen mucho que ofrecerse una a otra.

Tras tan interesante historia, quisimos que el señor Tavdumadze valorara las actuales relaciones entre Colombia y Rusia, pidiéndole que nos mostrara cómo coopera el gobierno ruso con el pueblo colombiano; y textual dijo:

Hoy en día nuestros lazos están desarrollándose en un contexto muy complicado y hay países que tratan de torpedearnos. Nuestras relaciones con Colombia, especialmente las económico-comerciales, sufren por las discriminaciones financieras desatadas por los Estados que controlan los llamados Institutos Bretton-Woods, una armadura del sistema financiero global que ya es anticuado.

Sin embargo no lograron “cortar” nuestra cooperación comercial. Según las cifras dadas por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística –DANE- durante este último año (2022) el intercambio bilateral llegó a los 524,5 millones de dólares. Las exportaciones rusas a Colombia fueron por valor de 396,4 millones de dólares y las colombianas a Rusia ascendieron a los 127,8 millones.

Moscú seguirá apoyando firmemente el proceso de paz en Colombia, máxime desde el seno del Consejo de Seguridad de la ONU, donde, como es habitual entre amigos, hablamos abiertamente de los problemas existentes. Nuestro deseo es que el flagelo del conflicto armado interno acabe y no se repita.

Saludamos la firma, el pasado 9 de junio, del acuerdo entre el gobierno colombiano y el ELN sobre el cese al fuego bilateral, iniciado este 6 de julio. Creemos que esto es un hito importantísimo en el camino hacia la anhelada y merecida paz en Colombia.

Seguiremos desarrollando el programa de otorgamientos para las y los jóvenes colombianos, dándoles becas gratuitas, que ya este año son 150. Y tomando en cuenta el creciente interés por este programa entre la juventud colombiana, queremos aumentar a 180 las becas para el próximo año. Anhelamos que los talentos colombianos que egresen de las mejores universidades rusas cuando vuelvan a su país impulsen sus carreras profesionales en beneficio de Colombia y, por supuesto, de nuestros lazos de amistad. Toda la información se puede encontrar en nuestro sitio web: www.colombia.mid.ru, en la sección “Becas”.

Amigo Nikolay Tavdumadze, y ¿cómo ve el futuro de las relaciones entre Rusia y Colombia?

Soy optimista. Espero que vayan desarrollándose con una dinámica positiva. Nosotros estamos abiertos a iniciativas para fortalecer y diversificar las relaciones con Colombia en todos los campos donde se pueda cooperar. Es que Rusia y Colombia tienen mucho para ofrecerse una a otra.

En estos duros tiempos que están tocando sobrevivir, sobre todo porque la humanidad no aguanta más desangres y desplomes económicos generados por gobiernos rapaces que se creen todopoderosos y por encima de los demás países; Rusia le viene proponiendo al mundo una nueva forma de hacer política enfatizándose en una “multipolaridad”.

Para ganar en claridad sobre la propuesta rusa a la comunidad internacional y sobre todo a las naciones latinoamericanas, le pedimos al señor Nikolay Tavdumadze que nos ilustrara sobre este tema, y magistralmente explicó:

El mundo multipolar es un sistema de relaciones internacionales en el que no haya un solo Estado que posea superior poder e influencia sobre los demás. Es decir, que ningún país se torne en un monopolio al tomarse decisiones en la política internacional. Y esto presupone la existencia de “centros de poder”.

Este es un concepto propuesto por Rusia a los todos los países, tras la ruptura de aquel mundo bipolar cuando existían dos polos den poder: la Unión Soviética y EE.UU.

Actualmente, el Occidente de siempre – encabezado por USA- trata, por todos los medios, de mantener un dominio global, impidiendo el desarrollo y la consolidación de nuevos centros de poder. EE.UU. insiste en imponerle al mundo un orden global unipolar y neocolonial, que sólo es confortable para ellos.

Pero, al mismo tiempo, cada vez más países llevan a cabo una agenda independiente, donde prevalecen los intereses nacionales.

Muchos toman pasos para desasirse del dólar en el comercio exterior, y se está creando una infraestructura de lazos logísticos, interbancarios, financieros, económicos, y de transporte, que no puede ser controlada por Occidente.

Para Rusia, América Latina es uno de los emergentes centros de poder, conformado por Estados soberanos.

Consolidamos nuestra cooperación con Latinoamérica basándonos en un enfoque desideologizado y muy pragmático.

A diferencia de las antiguas metrópolis coloniales, Rusia no divide a los socios en nuestros y ajenos, tampoco ponemos ante la elección de con nosotros o contra nosotros. Abogamos por la unidad y la diversidad en los Estados latinoamericanos y caribeños.

Estamos dispuestos a seguir desarrollando contactos multifacéticos a nivel de dirigentes estatales, parlamentarios, promotores de negocios. También estamos abiertos a ampliar la cooperación con la Comunidad de los Estados Latinoamericanos y Caribeños – CELAC.

A pesar de las tantas sanciones impuestas a Rusia y de las presiones políticas, por no decir chantajes, de EE.UU. y la UE, nuestras exportaciones totales a los países de América Latina crecieron un 3,8% en el 2022.

Mi trabajo aquí en Bogotá, al igual que el de todos los diplomáticos rusos, está encaminado a desarrollar y fortalecer lazos con este nuevo centro de poder multipolar que es Latinoamérica, en donde Colombia es importantísima. Y yo siendo tan optimista confío que los latinoamericanos empiecen a sentir lo mismo hacia Rusia.

Así está ocurriendo, la inmensa mayoría de los países, ya más de cien naciones integradas en el Movimiento de Países No alineados abrazan la propuesta de multipolaridad que desde hace décadas viene proponiendo Rusia y que hoy en día se torna vital para la sobrevivencia humana.

En Latinoamérica se están sacudiendo de las garras del águila gringa y se han cansado de ser el patio trasero de USA.

Esa empatía rusa, irradiada de la cordialidad respetuosa con la que tratan a las personas, es la savia que alimenta los frutos de estos cambios que acontecen y que devienen en imprescindibles para que salgamos avante.

Después de horas conversando con el señor Nikolay Tavdumadze, embajador ruso en Bogotá, nos tocó duro salir a retomar quehaceres, máxime porque nos fundimos en abrazos de hermandad.

AL Press, comprometida con las nobles causas y la promoción de las buenas nuevas positivas, nos mantendremos muy cercanos a Rusia para dar a conocer todo lo mucho que ese gran país está aportándole a Colombia y Latinoamérica.   

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