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IMPUNIDAD
DE UNA INFAMIA

Por Roberto Trobajo Hernández; Director General de AL Press

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Hace unos días el mundo vio, a través de las redes sociales, estremecedoras imágenes de la cruel tortura de la que fue víctima un soldado azerbaiyano. 

 

El militar, Akhundov Huseyn Ahliman oglu, un joven uniformado, con las manos atadas a la espalda, angustiosamente, sufría, aguantando golpes - ¡patadas! - sangrando, aferrándose a la vida.

 

Este valiente soldado había desaparecido en la región de Shahbuz, en la República Autónoma de Najchiván, territorio azerbaiyano, y se extravió por la poca visibilidad que tenía debido a condiciones meteorológicas adversas.

 

La misma mala suerte afectó a otros jóvenes militares, quienes desorientados por el duro clima, se perdieron y cayeron en manos de soldados armenios.

 

Es que las fuerzas armadas de Armenia y grupos armados paramilitares ilegales armenios, no sólo siguen violando el alto al fuego a lo largo de la frontera entre Azerbaiyán y Armenia, sino que también -descaradamente- penetran en los territorios de Azerbaiyán, provocando víctimas.

 

Si los militares armenios actuaran en apego al cumplimiento de los más elementales acuerdos internacionales, al detener a los soldados azerbaiyanos debieron tratarlos con respeto y preservarles humanamente… pero el odio les cegó.

 

Los medios de comunicación armenios difundieron fotos y videos del soldado azerbaiyano siendo torturado.

Así se mostraron flagrantes violadores de los derechos humanos, ignorando premeditadamente la convención de Ginebra contra la tortura, penas crueles inhumanas y degradantes; todo porque en Armenia se promueve el odio étnico y la discriminación racial contra los azerbaiyanos. 

 

Los jóvenes soldados, que se extraviaron en el distrito de Shajbuz de Najicheván, resultaron detenidos por Armenia y fueron torturados despiadadamente; crueldad exhibida por los armenios… Vanagloriandose de esa infamia.

Este tipo de maltratos, contrario al derecho humanitario, es inaceptable y debe ser condenado por el mundo.

El cinismo armenio no tiene parangón, incomparable, y llega a un grado superlativo: ahora se agarran a una mentira -prefabricada- diciendo que el soldado detenido “fue encontrado con el teléfono de un guardia armenio que habría muerto en un puesto de vigilancia”; así quieren enlodar la imagen del joven azerbaiyano, para justificar el exhibicionismo que hicieron los medios de Ereván.

La impunidad armenia es descarada, matan a militares y civiles inocentes que caen en minas antipersonas plantadas en territorios azerbaiyanos; impunidad que ya es aberrante y elocuente con la exhibición de la tortura al joven soldado azerbaiyano indefenso que fue golpeado por victimarios divirtiéndose, actuando como morbosos psicópatas indolentes con una víctima agonizante.

La comunidad internacional tiene que exigir el cese de la impunidad armenia contra un Azerbaiyán que se esfuerza por la paz.

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