ECUADOR COMBATE AL
VIH-SIDA
Exclusiva entrevista a José Ruales, Ministro de Salud ecuatoriano
Por Gabriela Castillo; Corresponsal de AL Press en Ecuador
La lucha contra el VIH-Sida como amenaza contra la salud pública mundial podría finalizar en esta década, según el último informe del Programa Conjunto de la ONU sobre el VIH/sida (ONU-Sida) que se difundió en julio de este año.
No obstante, la entidad advirtió que para alcanzar ese objetivo se requiere de un fuerte liderazgo político y de mayores inversiones. “El camino hacia el fin del sida no es un misterio, sino una elección política y financiera”, advirtió Winnie Byanyima, directora ejecutiva de ONU-Sida.
Bajo esa visión, en Ecuador, el Ministerio de Salud Pública (MSP) trabaja con la finalidad de reducir los casos de contagios. En una entrevista concedida a Agencia AL Press, José Ruales, ministro de Salud explica las acciones emprendidas para erradicar los casos y lograr una atención eficaz a los pacientes.
ONU-Sida habla de que, en esta década, el VIH-Sida podría dejar de ser una amenaza contra la salud ¿Usted cree que en Ecuador será posible alcanzar este objetivo?
En Ecuador tenemos un trabajo conjunto, no solo a nivel institucional -que es liderado desde el Ministerio de Salud- sino a nivel internacional. Hemos trabajado en ligado con el Fondo Global de VIH-Sida, tuberculosis, malaria en la implementación de nuevas estrategias a nivel del sector público.
También se ha trabajado junto con el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), así como el Instituto de Seguridad Social de las Fuerzas Armadas y de la Policía.
¿Cómo se está trabajando con los medicamentos retrovirales?
Con la Organización Panamericana de la Salud (OPS) hemos definido cuáles son los protocolos de tratamiento, los cuales hemos adoptado conforme aparecen nuevos medicamentos. Con el tiempo se generan medicamentos más eficaces.
Ecuador es uno de los primeros en adoptar estos medicamentos para que de manera obligatoria se apliquen en las diversas instituciones públicas.
¿Qué cifras reporta Ecuador en la actualidad? ¿Existe una disminución en los casos?
en 2016 se identificaron 4.300 casos. En 2018, cuatro mil casos. Mientras que, en 2009, se registraron 3.800. En 2020, durante la pandemia, hubo una disminución en la identificación en el diagnóstico debido al confinamiento obligatorio.
Ya para 2021, hubo 3.900. El año pasado identificamos 3.142 casos. Tenemos 37.844 personas identificadas que viven con VIH y están en tratamiento.
¿De qué forma el Ministerio ha incrementado los puntos de atención para pacientes con VIH-Sida?
Hemos desarrollado unidades de atención integral en hospitales para que ofrezcan atención especializada a las personas que viven con VIH. A eso se suma el seguimiento que se hace a los pacientes. Por eso hemos mejorado los laboratorios con equipos que permiten hacer la identificación de carga viral y, sobre todo, estamos trabajando con las comunidades en un enfoque comunitario junto con las asociaciones de pacientes que viven con VIH.
Con las iniciativas que usted menciona ¿cuáles son los casos de contagio que se han reducido?
Uno de ellos es, por ejemplo, la transmisión vertical. Es decir, la transmisión de la madre al niño al momento de nacer. Gracias a la capacidad de laboratorio y que contamos con un tamizaje obligatorio durante el embarazo, se incrementó la detección con lo que se ha evitado la transmisión vertical. Con eso se corta la cadena de contagio.
¿Por qué es importante identificar la cadena de contagio?
Si las personas no conocen su estatus no van a iniciar el tratamiento. Si la población portadora del virus conoce que tiene la enfermedad, podrá iniciar un tratamiento antirretroviral y tomar medidas para infectar a otras personas.
¿Cómo ha articulado el trabajo del Ministerio de Salud con la sociedad civil?
El apoyo de la sociedad civil es vital. El control prenatal en los centros de salud y en los hospitales es importante. Pero no siempre tenemos la capacidad de llegar a la población en general. Ahí es cuando entran en acción la cooperación con la sociedad civil.
Por ejemplo, la Embajada de Francia entregó un reconocimiento a la Corporación Kimirina, que se encarga de dar asistencia y orientación a los portadores VIH, además de promover el acceso a la educación, al tratamiento, al diagnóstico. Ese es un esfuerzo que realizan desde hace muchos años en coordinación con el Ministerio de Salud.
De hecho, Kimirina es uno de nuestros principales socios para la ejecución de los fondos que tenemos para acceder a poblaciones claves.