CARIÑO POR ECUADOR PHILIPP SCHAUER, EMBAJADOR ALEMÁN
Entrevista exclusiva hecha por Gabriela Castillo; Corresponsal de AL Press en Ecuador
Philipp Schauer, embajador de Alemania en Ecuador, es un políglota en toda la extensión de la palabra. Habla con fluidez alemán, inglés, francés y portugués.
Son lenguas que aprendió no solo gracias a su formación académica como abogado, sino también a sus labores diplomáticas que lo llevaron a lugares como Mozambique, situado al sureste de África.
Cumplió importantes actividades en Albania e Inglaterra, en Europa. Además, trabajó sobre la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y las Naciones Unidas, Consejo de Seguridad.
El embajador también habla con soltura el español. Este último idioma lo aprendió cuando cumplía su labor en países de América Latina como Venezuela, Bolivia y ahora Ecuador, nación del que reconoce haber visitado lugares sorprendentes a lo largo de tres años y medio en su estadía.
Ese buen manejo de cada una de las lenguas lo aprovechó para plasmar memorias en su libro titulado "Haciendas: Travels through the history of Ecuador".
Es un texto de 152 páginas en inglés; 12 mapas y 332 imágenes que captan la esencia de predios y propiedades ubicadas en Pichincha, Imbabura, Carchi, Cotopaxi, Chimborazo, Azuay y algunos sectores de la región Costa.
Schauer reconoció que, en medio de su apretada agenda, se dio tiempo para ir a cada uno de los predios, razón por la cual se demoró un año y tres meses para escribir en su tiempo libre. "Menos televisión y menos fútbol", expresa entre risas.
Pero esa es solo una de las múltiples actividades que cumple el embajador. En entrevista exclusiva para AL PRESS, Schauer cuenta cuáles han sido los trabajos que ha cumplido la sede diplomática, en beneficio de las relaciones entre Ecuador y Alemania.
¿Cómo ha visto la cooperación entre Ecuador y Alemania?
Ha funcionado bien. Con las contrapartes, con el gobierno podemos trabajar bien. Siempre he sentido una apertura muy grande por parte de los gobiernos. Y hemos logrado bastante éxito en nuestra cooperación.
¿Cómo se ha desarrollado la cooperación económica?
En general, son alrededor de $ 300 millones que están en ejecución. Pero para ello, se cumple con un proceso minucioso.
Primero se hace un cálculo con las contrapartes (los ministerios, la Cancillería) y, cada dos años se preparan consultas y se hacen negociaciones.
Luego se definen contratos y convenios antes de definir el proyecto con una misión de Alemania. Estamos en la fase de hacer los convenios y preparar los nuevos proyectos asignados en octubre pasado con un volumen de $ 102 millones.
¿Qué abordan estos proyectos?
Son muchos temas, pero el enfoque más grande es el medio ambiente y el cambio climático. Por ejemplo, en el programa Socio Bosque, entregamos un dinero a las comunidades para que conserven su bosque. Para calificar para ese programa, tienen que inscribir su propiedad. Si no cortan los árboles van a recibir este bono una vez al año.
También estamos trabajando contra los desechos plásticos en el mar y apoyamos a la convención que se está elaborando por una comisión a nivel de las Naciones Unidas en la cual Ecuador es miembro.
¿Ustedes han detectado que en Ecuador existen muchos deshechos plásticos?
Sí. Incluso la Unión Europea, cada año, organiza un beach clean up (limpieza de playas).
Este año estuvimos cerca de Manta y vimos que hay un problema de plástico muy grande en un estero. Hay un basurero muy cerca del mar que echa basura. Hay un problema grande de desechos en Ecuador. Todavía falta sensibilización, concientización.
También estuvimos en Galápagos y hemos encontrado mucho micro plástico en la Bahía Tortuga en Santa Cruz, en la arena se consiguen muchos pequeños fragmentos.
La educación es otro tema que involucra a Ecuador y Alemania ¿De qué forma se está trabajando?
En esta categoría estamos en el proyecto de la construcción de un nuevo colegio en Cuenca, que sería alrededor de $ 16 millones, de los cuales, Alemania va a contribuir $ 6 millones. Ese es el proyecto principal para este año.
Otro tema que abordamos es de un sistema que se llama "Formación Dual". Consiste en reunir la teoría con práctica en las empresas. Este tipo de formación avanzada es esencial si un país quiere ser industrializado. Estamos trabajando con la Cámara Ecuatoriana Alemana que certifica esa formación.
¿Y qué pasa en el campo cultural?
Tenemos dos asociaciones culturales, una en Guayaquil, otra en Quito que sirven para aprender alemán y organizan eventos culturales. Adicionalmente tenemos una red que organiza proyectos culturales incluyendo en ciudades como Cuenca y Riobamba.
El proyecto más llamativo que estamos preparando es quizá, decorar una estación del Metro con un artista de vidrio. Necesitamos primero reunir los fondos, luego vamos a ver qué podemos hacer.
¿Cuál es su panorama al haber trabajado en tres países de América Latina?
Me gusta América Latina, por eso regreso. Son países lindos, hay gente muy buena. Me gusta vivir aquí. Pero ha sido un poco decepcionante porque tengo la impresión de que estos países no se han movido siempre en una buena dirección.
¿En qué dirección?
No hay mercados comunes. Hay economías individuales. Entonces no son tan interesantes para inversiones del extranjero y tampoco para grandes inversores domésticos, porque los mercados generalmente son pequeños.
También tengo la impresión, es demasiado conflictiva la política en América Latina. Habría que llegar a algún consenso para avanzar.