BÉLGICA HACE ECOS POR JUSTICIA PARA MARCELA
Por Ana María Islas; Corresponsal de AL Press en México
“Protejamos sus Voces”, el programa de apadrinamiento de la Unión Europea, arropa el caso de la periodista y activista Marcela de Jesús Natalia, indígena Ñom’daa.
Marcela de Jesús Natalia, indígena Ñom’daa es activista, periodista, defensora de DDHH y feminista. Desde los nueve años se reveló a lo que dictaban las normas en su comunidad: Xochistlahuaca, en la región de la Costa Chica, al sureste del estado de Guerrero, México.
Y es que a esa edad ya estaba “apartada” para casarse, el destino marcado para las niñas de su comunidad al cumplir 12 o 13 años, pero Marcela decidió que tenía otros planes. Esos planes la alejaron de su familia y durante seis años tuvo que dejar de hablar su lengua materna para aprender español.
La lucha que se gestó en Marcela desde la infancia, fue madurando hasta su ingreso a la Radiodifusora Cultural Indigenista XEJAM “La Voz de la Costa Chica” en Santiago Jamiltepec, Oaxaca en febrero de 1994, representando a cuatro municipios de su estado promoviendo la cultura y valores indígenas de su pueblo Ñom’daa.
En 1998 Marcela enfrentó al rostro más oscuro de la justicia: la fabricación de cinco delitos incluido homicidio calificado por los cuales estuvo privada de su libertad tres años y cinco días hasta marzo de 2001 cuando fue absuelta por falta de pruebas por los magistrados del Tribunal Superior de Justicia de Oaxaca.
Marcela regresó con mayor ímpetu y convicción a Radio Guerrero Ometepec, un ascenso que intentaron frenar violentamente la mañana del 3 de junio, cuando al salir de la estación de radio, en pleno centro de la comunidad, recibió tres balazos.
Marcela sigue aquí, aunque las balas afectaron su motricidad la potencia de su resiliencia se impone cuando uno la escucha hablar convencida de quién es y lo que quiere. Su voz no sólo se ha hecho más fuerte y la llevó a sumarse a la Red Nacional de Periodistas sino que ahora su eco ha cruzado fronteras gracias a “Protejamos sus voces” una iniciativa conjunta de las embajadas de los países de la Unión Europea en México que dan visibilidad y acompañan casos de defensores de DDHH, activistas y periodistas.
“Es un sueño hecho realidad porque yo quiero gritarle al mundo que existe mi raza Ñom’daa, que ha habido gente que nos ha utilizado a los indígenas, gente mestiza que se ha hecho pasar por indígenas, robándonos espacios, robándonos cámara pero nunca va a ser igual que una persona hable no siendo indígena auténtica”, Marcela de Jesús Natalia.
Marcela fue propuesta por la asociación civil Comunicación e Información de la Mujer A.C., CIMAC para que un país de la Unión Europea la apadrinara y a través de la diplomacia llevar de boca en boca su historia para sensibilizar, visibilizar y proteger su labor. Tres naciones Suiza, Noruega y Bélgica, levantaron la mano al final, fue Bélgica quien se quedó con su caso.
“Entrar a la residencia del Embajador de Bélgica, sentirme acompañada es algo wow”, Marcela de Jesús Natalia.
Desde finales de noviembre Bélgica también apadrina el caso de la periodista Cecilia Solís Martín, quien el 9 de noviembre de 2020 fue agredida a balazos a las afueras del palacio municipal de Benito Juárez, en Quintana Roo.
El acompañamiento de la Embajada de Bélgica ha dado un nuevo impulso a la lucha por justicia que Marcela ha encabezado desde que sobrevivió al ataque directo en su contra, así lo explica “me siento fortalecida, me siento acompañada, he luchado sola pidiendo justicia, queriendo regresar a mi casa, queriendo recuperar mi plaza que me quitaron, que un cónsul de la embajada de Bélgica o el mismo embajador de la embajada de Bélgica o el embajador de la Unión Europea diga que sabe algo del caso de Marcela de Jesús Natalia, indígena Ñom’da para mí es mucho”.
Por la agresión contra Marcela de Jesús Natalia no hay ningún autor intelectual detenido. Marcela no ha podido volver a su estado, ni ha podido recuperar su plaza en la radiodifusora, pero su convicción, esa que se gestó desde que era niña, se ha consolidado y es inamovible: “soy una sobreviviente, con más ganas quiero seguir ejerciendo”.